Mayo y su energía astral

Llegamos al mes de mayo con la necesidad de aflojar el ritmo y sintiendo que vivir es un acto de presencia constante. Con el Sol en Tauro, la vida nos recuerda que, por mucho que deseemos algo nuevo y queramos avanzar en el camino, es esencial empezar valorando todo lo que ya somos y honrar todo lo que nos rodea. Para que lo nuevo no nazca para llenar ningún vacío. Para que el avance no se vuelva compulsivo queriendo llegar a un horizonte saciador que sólo nos aleja del único lugar real -y disfrutable-. Eso sí, en Tauro también está Urano, que lleva impulsándonos desde 2020 a renovar lo estancado, y haciéndonos sentir incómodos en lo que se había vuelto excesivamente cómodo, estable y seguro, para que nos atrevamos a romper las inercias que no nos han estado permitiendo evolucionar.

Iniciamos el mes con Mercurio retrógrado en Tauro desde el 21 de abril, invitándonos a desacelerar la mente y a pensar con calma para que podamos ver con claridad y no nos precipitemos. Para que podamos reflexionar sobre si eso que deseamos es sostenible, si está alineado con nuestros valores, y qué tipo de inversión de tiempo, dinero y energía requiere. Además, en abril hubo mucha activación de fuego e impulso que puede habernos quemado. Por lo que este tránsito nos permite preguntarnos sobre lo que realmente valoramos y ser conscientes de cómo nos perdemos la vida cuando nuestra mente se avanza y deja de ver y apreciar lo que hay. Es un tránsito ideal para observar cómo se siente nuestro cuerpo, cómo nos vinculamos con el descanso y el placer, cómo ponemos en valor nuestros talentos o trabajo, y cómo está nuestro dinero o recursos materiales. El 1 de mayo se encontrará con el Sol en su punto medio de retrogradación, por lo que quizá tengamos más claridad, entendimiento o información sobre esos temas. El 15 de mayo Mercurio se pondrá directo y saldrá de sombra post retrógrada el 30 de mayo, por lo que podremos avanzar en estos temas en los que se haya estado reflexionando.

También a inicios de mes, Plutón empieza a retrogradar hasta octubre, reingresando a Capricornio desde junio a enero. Lo que en marzo, con la entrada de Plutón a Acuario, empezó a vislumbrarse como una posibilidad de cambio o como un futuro nuevo, a nivel individual o colectivo, empieza un proceso de 6 meses de retroceso para poder evaluarse y reconsiderarse, para no se repliquen estructuras pasadas y realmente pueda ser construido desde un nuevo paradigma o nivel de conciencia. Una tregua de tiempo en la que integrar lo necesario para transformarnos, asumir el cambio y encarar el salto a lo desconocido.

En abril se inició la primera temporada de eclipses de este año, una temporada híbrida, bisagra, entre la época que estamos dejando atrás y la que vamos a ir construyendo. Una mezcla entre la oportunidad de avance, la ilusión de mejora y un impulso que marca un nuevo rumbo alineado, frente al pasado que dejamos atrás, al cambio interno que supone, a dejar de sostener lo que nos drena la vida. Ésta última parte la veremos en el segundo y último eclipse, lunar y en escorpio, el 5/5, en el que la intensidad emocional, la incomodidad interna, la propia sombra o aquello que había estado oculto puede ser visto , enfrentado y trascendido. Especialmente si hay alguna situación que, desde finales de 2021 o mediados de mayo del 2022, te cuesta mirar, soltar o desapegarte. Ahora es momento de liberarte, hacer un cambio o actuar diferente.

El 7/5 Venus ingresará a Cáncer, en dónde se encuentra también Marte, por lo que, después de mucho fuego, tendremos mucha tierra y agua en el cielo, energía yin, ideal para regenerarnos. La tierra de Tauro nos invita a parar, pero parar también es sentir. Y para sentir necesitamos sentirnos seguros. La invitación es a encontrar sostén y bienestar en lo que nos cuida y nutre. Depende de cómo estemos acostumbrados a gestionarlo, puede que busquemos ese confort emocional afuera. En cambio, la invitación a es a ma-paternarnos. Por lo que serán unas semanas en las que ser más sensibles a lo que sentimos y necesitamos para que podamos dárnoslo a nosotros mismos. También para sensibilizar relaciones y permitir mayor conexión, cuidado e intimidad.

El 17/5 Júpiter ingresará a Tauro hasta mayo del 2024, para concretar, materialiar o estabilizar las ilusiones o deseos que se iniciaron en los últimos meses. Será un período en el que, junto a Mercurio ya directo en este mismo signo, aprender más sobre nuestro cuerpo y su estado de relajación y apertura al placer, una búsqueda de mayor abundancia y bienestar, así como más alineación con nuestros valores. También puede significar una expansión en términos de talentos, laborales, económicos o de propiedades, así como un crecimiento u oportunidades en la zona Tauro de nuestra carta natal.

Para cerrar la temporada Tauro, el 19/5 tendremos la luna nueva en este signo, cerrando la primera temporada de eclipses y abriendo proceso de manifestación para los próximos 6 meses, relacionado con unos nuevos valores o nivel de bienestar o abundancia que venimos queriendo sostener, o una relación diferente o renovada con el cuerpo, el trabajo, el dinero o la estabilidad.

Y por último, el 21/5 el Sol ingresará al signo de Géminis, el último mes de primavera, aportando frescura, ligereza y flexibilidad. Una temporada ideal para aprender, comunicar, desarrollar nuevas ideas o posibilidades, salir, socializar y estar abiertos a dejarnos estimular por lo que nos rodea.


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Deseo que te sirva.

Feliz mes :)

Alba

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