La aromaterapia: el lenguaje de las plantas a través de la olfacción

Como estuve 5 años trabajando en mi propio proyecto de cosmética natural, utilizaba ingredientes naturales, plantas y sus aceites esenciales para dar olor y propiedades cosméticas a los productos que elaboraba. Sin embargo, empecé a intuir que su poder iba mucho más y su trabajo era mucho más profundo.

Desde que empecé a sentir y entender la vibración de las plantas al formarme como terapeuta floral, pude profundizar muchísimo más en el trabajo emocional y terapéutico con los aceites esenciales. Empecé formándome como Psicoaromaterapeuta con Enrique Bascuñana y realicé algunos cursos con Antonia Jover, hasta que descubrí al creador de la Olfatoterapia, Gilles Fournil, y me fui a Francia a formarme con él y a impregnarme de su visión y su trabajo. A día de hoy, los aceites esenciales forman parte de mi día a día, como compañeros de mis diferentes estados emocionales y como activadores de diferentes temas en mi trabajo diario personal.

Te cuento un poquito más. La aromaterapia es el trabajo con los aceites esenciales, que vienen de las plantas, por lo que surge de la fitoterapia, que es la medicina con plantas. Los aceites esenciales se consiguen al destilar principalmente plantas aromáticas tradicionalmente con un alambique. En el proceso, el vapor extrae los principios activos -las moléculas volátiles y aromáticas- de las plantas y se obtiene, por un lado el hidrolato o agua floral o aromática, y el aceite esencial, que podría considerarse como el alma o la esencia de la planta.

El uso de aceites esenciales, tanto como perfumes como como sustancias medicinales, se remonta a la antigüedad, sin embargo, no fue hasta el siglo XX que Gatefossé inventa el término aromaterapia y se empieza a dar valor científico al uso de aceites esenciales.

La aromaterapia, tal y como la entendemos actualmente, es el uso de los aceites esenciales de plantas con fines terapéuticos. Según la administración de estos aceites esenciales, tendrán efectos fisiológicos o psicológicos. Si utilizamos vías de entrada que impliquen absorción del aceite esencial como la vía oral -ingestión- o cutánea -a través de la piel-, tendrán un efecto fisiológico sobre el cuerpo. En cambio, la vía olfativa -olfacción o difusión- se basa en la inhalación de las moléculas que desencadena un efecto psicológico sobre el cerebro y las emociones.

Con el uso de los aceites esenciales a través de la olfacción, se abre un nuevo camino de curación, sobre la mente y la emoción, sobre la psique y el alma. Y es a partir de aquí que Gilles Fournil en 1992 crea la olfatoterapia como un método psico-emocional a través del uso olfativo de los aceites esenciales.

Por lo tanto, la inhalación de un aceite esencial nos puede acompañar en procesos psicoemocionales, como trastornos del estado de ánimo y diversos estados psicológicos. Ésto sucede por que la olfacción de un aceite esencial implica la traducción de las moléculas volátiles aromáticas que se inhalan en impulsos nerviosos que desencadenan emociones. A través de la inhalación, las moléculas aromáticas inhaladas pasan a través de la mucosa olfativa hasta llegar al cerebro límbico (en donde se controla la memoria y las emociones), que crea respuestas peptídicas y genera unas emociones determinadas.

Es por este tipo de trabajo que utilizo los aceites esenciales a nivel personal y profesional, como forma de acompañar procesos terapéuticos que desencadenan ciertos estados emocionales o para activar actitudes, estados mentales o emocionales que faciliten el crecimiento y el desarrollo personal. Además de mi visión particular, que por mi formación y mi experiencia personal y profesional, me permite asociar los aceites esenciales con el trabajo astrológico.

Si te interesa, puedes encontrar este enfoque en mis Sesiones , seguir profundizando en ello a través de los Talleres que ofrezco o en los Productos de aromaterapia astrológica.